Sant Jordi

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Gaudí proyecto las fachadas exteriores de la Sagrada Familia como grandes retablos con función catequética y evangelizadora, en cambio quería que el interior del Templo fuera un espacio para la oración y la reflexión con pocas esculturas y retablos. De hecho, en el interior solamente hay cuatro esculturas que marcan los cuatro extremos de la cruz de la planta. Así, caminando desde la puerta del Nacimiento a la de la Pasión, podemos ver las tres figuras de la Sagrada Familia: en la galería del Nacimiento, San José. Enfrente, en la galería de la Pasión, la Virgen María. La de Jesús en la cruz sobre el altar, queda justo en medio de esas dos esculturas. Sant Jordi, el patrón de Catalunya sobre la puerta principal, en el interior de la fachada de la Gloria.

Sant Jordi, el patrón de Catalunya y del que Gaudí tenía especial estima, decidió proyectarlo en un lugar preferente del templo. En 1989 Subirachs se ofrece para realizarla pues el Santo es también un referente en su obra.

Elaboró una escultura en bronce de formas cóncavas y convexas de 3 metros de altura y bastante diferente a la representación usual del Santo. Aquí aparece sin caballo ni dragón, y desprovisto de espada o arma. Además, la armadura deja intuir un cuerpo joven y una cabeza helenística, que gira hacia abajo para mirar al público.

Se colocó en junio de 2006 en la barandilla del balcón del Jubé, a unos nueve metros de altura, sobre la puerta principal, en el interior de la fachada de la Gloria. Se inauguró en 2007 para hacerla coincidir con el 125º aniversario de la colocación de la primera piedra del templo y el 550º aniversario del patronazgo del santo en Cataluña.

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