Refectorio

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Ubicada dentro del convento histórico, la cafetería es una joya escondida que espera ser descubierta por los visitantes. Al entrar en este encantador espacio, inmediatamente te transportarás al pasado, a los días en que los monjes se reunían aquí para comer. El ambiente es de solemnidad y reverencia, con las paredes adornadas con impresionantes obras de arte que cuentan historias de importancia religiosa.

La pieza central de la cafetería es el magnífico panel de azulejos del siglo XVII que representa el "Milagro de la multiplicación de los panes". Esta intrincada obra de arte muestra escenas del Antiguo y Nuevo Testamento y ofrece una visión de las creencias y prácticas religiosas de la época. La atención al detalle en los azulejos es realmente notable, con cada escena cuidadosamente elaborada a la perfección.

Mientras exploras las paredes de la cafetería, te encontrarás con un óleo sobre lienzo del siglo XVII de Avelar Rebelo, que representa "la escritura de San Jerónimo". Esta obra maestra captura la esencia de San Jerónimo, rodeada de símbolos que son sinónimos de su figura. El león, la calavera, el sombrero y la capa del cardenal, la vela, el reloj de arena, el crucifijo y los libros se unen para crear una imagen poderosa y evocadora.

En la pared opuesta, encima de la chimenea, una pintura mural recientemente descubierta y restaurada espera tu admiración. La Adoración de los Pastores, atribuida al renombrado pintor manierista portugués António Campelo, se remonta alrededor de 1570. Esta exquisita pintura es un testimonio de la habilidad y el arte del pintor, capturando la belleza y la emoción de la escena con precisión y gracia.

La construcción de la cafetería fue supervisada por el maestro Leonardo Vaz como parte de una obra mayor de João de Castilho. La meticulosa atención al detalle en el diseño y distribución del espacio es evidente en cada rincón, desde el púlpito de madera para las lecturas hasta la puerta disimulada que conduce a la cocina del convento. Esta sala servía como lugar de reunión para los monjes, donde observaban sus reglas de comportamiento y escuchaban pasajes de la Biblia y de la vida de los santos durante las comidas.

En general, la cafetería es un verdadero testimonio de la rica historia y patrimonio cultural del convento. Ofrece a los visitantes una oportunidad única de sumergirse en el pasado y experimentar las tradiciones y costumbres de los monjes que alguna vez habitaron este espacio sagrado. Una visita a la cafetería no es sólo un viaje en el tiempo, sino una oportunidad de apreciar la belleza y el arte de una época pasada.

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