Plaza Sant Miquel

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La plaza Sant Miquel más que una plaza, es un cruce de caminos para las laberínticas calles del Barrio Gótico de Barcelona. Desde allí se observan misteriosos pasajes, callejones y restos de la antigua muralla. En un extremo lateral se aprecia la parte Moderna del edificio del ayuntamiento y en el extremo opuesto un monumento a los Castellers.

El monumento se titula Homenatge als Castellers, se eleva al cielo con 30 metros de altura y fue realizado por Antoni Llena en 2011. La estatua es un homenaje a las emblemáticas torres humanas, que son una característica tradicional de los eventos públicos en Cataluña. En una entrevista con un periódico español, LLena dijo que en lugar de crear una representación figurativa, se inspiró en el alambre de pollo y en las redes que a veces se usan para envolver botellas. Cada una de las secciones en forma de X de alambre de pollo representa a una persona. La torre está formada por seis capas, cada una de las cuales se hace cada vez más pequeña. Esto refleja el hecho de que en las torres humanas reales las capas inferiores están formadas por hombres, las capas medias por mujeres y adolescentes y los niveles superiores por niños. Los tubos sin unir en la parte superior de la escultura recuerdan el brazo extendido de la enxaneta o niño pequeño que remata la torre.

Los Castellers se originaron hace unos doscientos años, en una competencia en Tarragona para ver qué grupo hacia la torre humana más alta. Desde entonces, se ejecutan tradicionalmente cada primavera y en 2011 estas singulares torres humanas fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Anteriormente, la plaza se usaba para estacionar autos, pero ahora se usa como un espacio social, con numerosos restaurantes y lugares para comer.

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