Madonna y el niño con dos ángeles

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Esta es la pieza más famosa de Filippo Lippi y presenta una extraordinaria espontaneidad en su interpretación. La Virgen está sentada en un trono, del cual es posible vislumbrar solo el cojín suave y bordado y el brazo tallado. Ella está mirando fijamente a su hijo, girándose hacia él con las manos juntas en oración. Su expresión es gentil e indulgente, casi melancólica, como si pudiera prever el doloroso destino que le espera a su hijo. El joven Jesús, cubierto solo de pañales, mira a María, sosteniéndole ambos brazos, sostenida por dos ángeles. El ángel en el primer plano está sonriendo y mirando hacia afuera, como para traer al espectador a la escena. El estilo de primer plano, con el grupo pintado como poco más de medias figuras, colocado en un espacio pequeño y rodeado por un marco de piedra de Serena, hace que esta composición sea similar a numerosas esculturas en relieve hechas por los escultores florentinos del mismo período. La ventana se abre a un vasto y variado paisaje, con vistas al mar, con rocas, vegetación y edificios. La imagen sagrada se ha traducido con un profundo sentido de la humanidad, tanto a través de la expresión de los afectos como en la elección de la ropa y los peinados, que se han inspirado en las modas del mismo período. La Virgen se viste de la manera más elegante, con una corona de perlas y velos entrelazados en su cabello, de la misma manera que las mujeres nobles florentinas de finales del siglo XV. Los halos apenas están insinuados: finas coronas y rayos de luz que no cubren el paisaje detrás. Hasta ahora no hay nada que confirme la idea de que el rostro de la Virgen no es otro que el de Lucrezia Buti, la joven monja de Prato, que se convirtió en la esposa de Lippi. La composición fue un éxito desde el principio y fue utilizada como modelo por muchos artistas, incluido el joven Botticelli, alumno del artista. No sabemos, sin embargo, el destino original de esta imagen sagrada; la primera información se remonta a finales del siglo XVIII, cuando estaba en la Villa Medici de Poggio Imperiale en Florencia.

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