Las Bodas de Caná
por Paolo Caliari 'El Veronés'
Esta pintura mide casi 70 metros cuadrados y es la mayor pintura conservada en un museo francés. 132 figuras se representan en esta escena que muestra el primer milagro de Cristo, convirtiendo el agua en vino en medio de una boda. La pintura fue encargada para el refectorio del San Giorgio Maggiore en Venecia. Es una pintura espectacular no sólo en términos de su escala, sino también por el tratamiento del artista del espacio y del color. Es una escena teatral que retrata a cada figura a la moda italiana del siglo XVI y no en ropa que remonta a la Antigüedad. Veronese se especializó en la pintura decorativa y él representa la escena religiosa en toda la decadencia de un banquete veneciano.
La pintura fue colgada en el comedor del edificio mismo que usted está visitando. El artista ha incluido símbolos interesantes en su pintura. Encima de la cabeza de Cristo, un grupo de hombres puede verse cortando carne. Sin embargo, en la mesa de banquete, los huéspedes están comiendo postre. Están comiendo frutas, como membrillos que son símbolos del matrimonio. La masacre de la carne es un símbolo del sacrificio de Cristo para la humanidad.
Curiosamente, las únicas dos figuras que miran directamente al espectador, son Cristo y la novia. Jesús está situado en el centro de la composición y la novia está sentada en la parte inferior izquierda de la mesa de banquetes. ¿La encontraron? Su marido está sentado a su lado y está recibiendo una copa de vino. Directamente delante de Cristo hay un grupo de músicos. Veronese se pinta a sí mismo como un músico que lleva una bella ropa de seda blanca. ¡Es más visible que el mismo Cristo! Otros contemporáneos del artista que intercambian sus pinceles por instrumentos en esta escena son Tintoretto, Bassano y Tiziano.
Este es uno de los robos de arte de Napoleón Bonaparte en Italia. ¡La pintura no fue devuelta después de la Restauración de la monarquía francesa sobre la base de que era demasiado grande! Ha sido exhibido en el Louvre desde 1798.
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El artista aprovechó la oportunidad de pintar esta escena del Nuevo Testamento, en el Evangelio de Juan, para retratar a celebridades de su época a manera de invitados. Ubicándonos en la mesa de la parte inferior izquierda, podemos observar sentados y en orden de adelante hacia atrás a: Alfonso de Ávalos, marqués del Vasto (novio); Doña Leonor de Austria (novia); Francisco I de Francia; María de Inglaterra; Solimán, el Magnífico; Vittoria Colina y Carlos V. Si dirigimos la mirada hacia la derecha Tiziano toca el violonchelo, Tintoretto el violín y Jacobo Bassano la flauta. Veronés también aprovecho para inmortalizarse en su obra, es parte de los músicos, aparece tocando la viola, vestido con una túnica blanca.
El cuadro fue especialmente encargado para decorar una de las paredes del convento Benedicto de San Giorgio en la ciudad de Venecia, donde permaneció más de doscientos años hasta ser sustraído por Napoleón durante la campaña de Italia en 1797, posteriormente fue trasladado al Museo de Louvre, lugar donde ha permanecido hasta nuestros días.
Veronés plasma un elemento característico en la mayoría de sus obras más importantes, probablemente te habrás dado cuenta por lo poco común que es ver perros en una pintura, sin embargo, para Veronés ocupan un lugar importante, ya sea que los ponga en primer plano, o bien, como acompañantes de sus amos. Tal como en este cuadro, donde los vemos de diferentes razas y tamaños, así como en diferentes posturas.