La Puerta del Infierno

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La Puerta del Infierno es un grupo escultórico monumental creado por el renombrado artista francés Auguste Rodin, en colaboración con el talentoso escultor Camille Claudel, a lo largo de casi cuatro décadas, desde 1880 hasta 1917. Esta obra maestra es una verdadera maravilla del arte, que consta de más de doscientas figuras y grupos intrincadamente elaborados que se inspiran en diversas obras literarias, incluida la Divina Comedia de Dante Alighieri, Las flores del mal de Charles Baudelaire y La metamorfosis de Franz Kafka. Rodin se inspiró en su visita a Florencia, admirando especialmente las obras de su artista favorito, Miguel Ángel, que influyeron mucho en la creación de La puerta del infierno.

El grupo escultórico fue encargado por Jules Ferry, con la intención original de ser expuesto en el Museo de Artes Decorativas de París, hoy conocido como Museo de Orsay. La comisión especificó que Rodin recibiría 8.000 francos por su trabajo en este ambicioso proyecto. La Puerta del Infierno es una representación visual del poema épico de Dante Alighieri, que representa escenas de condenación y tormento como se describe en la Divina Comedia. La influencia de Baudelaire se puede ver en las poses y expresiones de las figuras, particularmente las mujeres representadas en el portal.

Cuando uno contempla La Puerta del Infierno, es transportado a un mundo de angustia y desesperación, donde las almas condenadas son capturadas en diversos estados de sufrimiento y agonía. Las figuras centrales de El Pensador, Paolo y Francesca, y Ugolino y sus hijos, destacan como representaciones conmovedoras de las emociones y la tragedia humanas. Los intrincados detalles y las formas expresivas de las esculturas transmiten una sensación de emoción e intensidad crudas, invitando a los espectadores a contemplar las complejidades de la experiencia humana.

La meticulosa atención de Rodin al detalle es evidente en los tres modelos diferentes creados durante el proceso de escultura, cada uno de los cuales revela una progresión en la visión y la técnica del artista. La evolución de La puerta del infierno desde su concepto inicial hasta la versión final en bronce muestra la dedicación de Rodin a su oficio y su capacidad para capturar la esencia de profundas obras literarias a través de la escultura. Esta obra maestra icónica continúa cautivando al público con sus poderosas imágenes y temas atemporales, solidificando el legado de Rodin como uno de los más grandes escultores de todos los tiempos.

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Cuando le fue comisionada la obra, Rodin tenía cuarenta años, aunque no logró ver la fundición de la obra, después de su muerte se realizaron ocho fundiciones en bronce. Estas versiones se encuentran en museos de Estados Unidos, México, Francia, Japón, Suiza y Corea del Sur.

La única vez que Rodin mostró La Puerta del Infierno, fue durante la Exposición Universal de París de 1900 en el Pabellón del Alma.
Originalmente Roger Ballu fue el encargado de vigilar todo el proceso y en sus reportes siempre alababa el trabajo de Rodin.
De esta puerta surgieron las siguientes esculturas que originalmente tendrían un lugar dentro de la Puerta: Ugolino, Las Sombras, El Dolor, El Beso, El Pensador y La Danaide.

Camille Claudel, la escultora con quien hizo la Puerta del Infierno era también su estudiante, amante y musa. Llevando a Camille incluso al borde de la locura.

La versión final hoy está en el Museo d'Orsay de París en forma de yeso y data de 1917. Se encuentra en la ubicación para la que fue encargada, aunque no como puerta.

Fue de hecho su vida personal lo que hizo que Rodin se volviera un personaje conocido. Y fue así que muchas veces sus obras adquirieron un gran reconocimiento entre los inversionistas. Al final fueron tantos encargos que necesitó tener a varios asistentes para ayudarle a cumplir con los pedidos que le llegaban. Otro detalle importante es que Rodin no esculpía, él era más un modelador.