La habitación de los antepasados
La habitación de los antepasados es una dependencia de la sala de fiestas del templo Jubileo construido por el Rey Tutmosis III para celebrar su primera ‘Fiesta-Sed'. La ‘cámara’ es parte de la obra iniciada por el rey en los recintos del templo de Karnak en Luxor. Lleva en sus paredes la lista de sesenta y un reyes, conocida como la mesa real de Karnak o lista de reyes de Karnak del Imperio Egipcio Antiguo.
Los muros este y oeste están decorados con representaciones del rey haciendo ofrendas a los reyes que la precedieron. Delante de él, sesenta y un reyes, agrupados en dinastías, se distribuyen en las tres paredes del este, sur y oeste de la habitación. Sólo 39 nombres son legibles. El cuarto superior de las paredes del este y del sur incluye todas las dinastías del Reino Antiguo, aunque faltan algunos reyes, al igual que los reyes de las dinastías undécimos y diecisiete.
La historia de cómo esta obra llegó a Francia es única y muestra lo que era la persecución de objetos milenarios en la época. En 1843 Karl Richard Lepsius encabezó una expedición alemana que ascendió el Nilo hacia Karnak para hacerse cargo de la ‘cámara’ en nombre del Museo de Berlín y transportarla hasta Alemania. El explorador y arqueólogo francés Émile Prisse d'Avesnes, además de prohibir a las autoridades egipcias que se la llevara, desmanteló de noche los bloques de la ‘cámara’ para poder repatriarlos a Francia. El francés declararía en ese momento: 'En Egipto, ya tan empobrecida por los devastadores musulmanes y especuladores europeos, una sociedad erudita ha descendido como una invasión de bárbaros para llevar lo poco que queda de los admirables monumentos egipcios. Indignado ante todas estas devastaciones que no puedo resistir, he decidido solicitar una misión para evitar parte de esta debacle en Francia'.
Después de rearmar a mano las decoraciones, cede la ‘cámara’ al Gabinete de la Medalla de la Biblioteca Nacional. En 1922, el Louvre recuperó los bloques y restauró la habitación.
© Tourblink
Desde hace ya mucho tiempo, se ha considerado como una tradición ver este monumento como una tabla genealógica de aquellos gobernantes que reinaron antes de Tutmosis III en Tebas, o bien, que marcaron con su sello nuevas contribuciones de carácter arquitectónico en el templo de Karnak. Algunos de los estudios históricos más arduos, especialmente los realizados por la Sra. Elisabeth Delange, quien es curadora en jefe del Departamento de Antigüedades egipcias del Louvre, permiten suponer hoy día que los 61 faraones figuraron.
Probablemente te estarás preguntando cómo fue que llegó este monumento al museo del Louvre, a continuación te decimos cómo fue. Todo surgió cuando un arqueólogo y egiptólogo estudioso del tema se quejó en 1840 de que habían destruido tres pequeños templos situados en las proximidades de uno de Mut, ya que fue testigo del estallido de un pilón. Posteriormente con el consentimiento de las autoridades francesas el arqueólogo pudo desmantelar el monumento. Fue así, que una primavera de 1844, partieron de Alejandría hacia Toulon 27 cajas que contenían los bloques grabados, viajaron a bordo del Cerbère que era un barco de vapor, para después subir a hacia Brest on the Adour, una fragata ligera perteneciente a la armada francesa. Finalmente llegan a Le Havre desde donde fueron enviados a París.