Gran Esfinge de Tanis

Esta escultura que forma parte de la colección egipcia del museo de Louvre fue construida con granito, bajo la técnica de tallado y pulido. Mide 183 cm de alto, 154 cm de ancho y cuenta con una profundidad de 480 cm. Esta figura representa un ser mitológico denominada esfinge, la cual se caracteriza por tener cuerpo de león y cabeza de humano. Podemos observar que el cuerpo de león está en una postura de descanso, con las patas hacia adelante, mas no recostado completamente, es decir, está tranquilo pero también atento y mirando hacia el frente, mientras que su cola reposa sobre el muslo derecho. La esfinge se encuentra postrada sobre un pedestal rectangular que está compuesto del mismo material.

Las proporciones de su rostro son muy armónicas, es un rostro bastante idealizado tomando en cuenta los ojos almendrados, la nariz recta de tamaño promedio, los labios carnosos y delineados, así como una barba un poco larga pero con forma estética que es postiza. Su cabeza está cubierta con una especie de tocado llamado “Nemes”, estos estaban hechos de tela, como se puede ver cubre toda la cabeza y cae en vertical por detrás de las orejas, únicamente eran utilizados por los faraones, eran utilizados en lugar de la corona, especialmente por su ligereza, ya que eran más cómodos de portar. Por encima de la frente está el “Uraeus” sobre una diadema, el cual tiene la figura de una cobra y un buitre.

La esfinge tiene inscripciones en el cuerpo, aunque algunas de las originales se borraron por el paso del tiempo. Únicamente tres inscripciones han perdurado legibles y originales: Amenemes II, Merneptah y Sheshonq I. En general, el estado de conservación es bueno, aún con la parte delantera izquierda y la nariz un tanto rotas por el desgaste inevitable del paso del tiempo.

Fue descubierta en el año 1825, esta majestuosa y gran esfinge adornaba la entrada del Templo de Amón en la ciudad de Tanis, la cual fue la capital de Egipto durante las dinastías XXI y XXIII. En Egipto las esfinges servían como guardas en la entrada de los Templos, como símbolo de fuerza y prudencia, la idea era librar los Templos de posibles invasiones.
Ahora ahondaremos un poco en el “Uraeus” y la serpiente, que como mencionamos anteriormente, tiene la forma de una cobra. Uraeus es el nombre griego de la cobra que aparece en la frente y sobre el “Nemes” de los reyes y dioses de Egipto. La cobra representa a la diosa Uadyet, protectora del Bajo Egipto. Por otro lado, la serpiente también era asociada con el ojo de Ra, en un nivel más mítico.
Se piensa que las múltiples inscripciones que hay en la esfinge son intentos de usurpaciones de los mismos faraones, que querían atribuirse la escultura aunque proviniera de anteriores faraones a ellos. Es por esta razón que fue muy difícil para los especialistas en el tema datar la escultura.