Frisos del Partenón
Placa del Friso del Partenón, c. 440, a.C.
Esta obra muchas veces está en reparaciones o pasa desapercibida. La escena es un fragmento de un panel decorativo del Partenón que cuenta la historia del templo, por qué fue construido y para quién. A raíz de las invasiones persas y la destrucción de muchos templos griegos, el Partenón fue comisionado y Phideas fue nombrado coordinador jefe y escultor de su fachada. ¡El friso que una vez adornó el templo representa a 360 figuras que participan en el gran festival Panathenaea!
Gran parte del friso se puede ver en el museo británico de Londres, pero el tema de esta placa está directamente relacionado con Atenea y la razón de ser del templo. Da paso a la celebración de Atenas después de un período de agitación social y política. Las seis muchachas que se observan, son nobles conocidas como Ergastinas y llevan vestidos una túnica (peplos) que fueron tejidos a mano para la diosa. Lamentablemente por el deterioro ya no vemos sus rostros.
Las figuras no están todas representadas en perfil. Muestran diferentes posiciones y transmiten un sentido definido de movimiento. Sus vestidos caen en pliegues. A los escultores clásicos les gustaba crear formas fluidas, enfatizando el efecto de la gracia natural.
Al igual que la Venus de Milo y la Victoria Alada, los relevos decorativos del Partenón no se verían así en el siglo V AC. También se habrían pintado en colores ricos, quizás azul profundo para el fondo y oro para los vestidos. Era casi seguro que los personajes también tenían accesorios con objetos metálicos.
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Esta placa proviene del friso que decoraba el Partenón, que es un rico tesoro erigido en 447-432 A.C., ilustra una de las características más destacadas de la fiesta de los Grandes Panathenaes, la cual tenía lugar en la ciudad cada cuatro años en honor a la diosa Atenea, conformada por dos sacerdotes y seis Ergastinas, las jóvenes que tejieron los peplos ofrecidos en Atenea, a las cuales se les ve caminando en procesión a la asamblea, doncellas jóvenes que eran escogidas por ser las más hermosas de Atenas.
El bajorrelieve fue recogido por Louis François en 1789 al pie del Partenón y posteriormente adquirido por el conde Choiseul-Gouffier en 1784. Entró al Museo del Louvre en 1798, proveniente del friso jónico, de aproximadamente 160 metros de largo, teniendo lugar en la sombra de la columnata del Partenón.
Te resultará interesante saber que el friso continuo representa casi a 360 personajes participantes de las diversas etapas de la procesión de Gran Panathenaic; donde se celebraban justas musicales, carreras de caballos, la procesión de los portadores de ofrendas y la procesión de los sirvientes que conducían a los animales.
El punto culminante de esta procesión es la ceremonia donde hacen entrega de los peplos sagrados, la cual se representó en el Este, justo al centro de la fachada principal del edificio, bajo la mira de los dioses de Olimpia quienes se encontraban reunidos. De hecho, la placa que se encuentra en el Museo del Louvre pertenecía a esta escena final.