El Almuerzo sobre la hierba
"Almuerzo sobre la hierba" es una pintura famosa de Claude Monet que se inició en 1865 pero nunca se completó. La pintura, que originalmente medía 4x6 metros, fue realizada al óleo sobre lienzo y pretendía ser un homenaje al cuadro del mismo nombre de Edouard Manet. Sin embargo, mientras Monet trabajaba en la pieza, también se convirtió en una crítica sutil al trabajo de Manet. La pintura finalmente fue abandonada en 1866 cuando Monet se la dejó a su casero, quien la enrolló y la guardó en el sótano. No fue hasta 1884 que Monet pudo recuperar el lienzo, que se había enmohecido con el tiempo. Para salvar la obra, Monet tuvo que cortarla en tres pedazos; dos fragmentos ahora se encuentran en el Museo D'Orsay y el tercer fragmento aún falta.
A pesar de que nunca se completó, "Lunch on the Grass" muestra el talento de Monet para capturar la esencia de la vida diaria de una manera realista. La pintura se inspiró en el bosque de Fontainebleau, donde Monet pasaba tiempo observando la naturaleza y la gente que lo rodeaba. Sin embargo, debido a las condiciones climáticas desfavorables y a una lesión en la pierna, Monet se vio obligado a abandonar el proyecto en 1866. La decisión de dejar la pintura sin terminar también estuvo influenciada por las crecientes deudas de Monet en ese momento.
El enfoque de Monet para "Almuerzo sobre la hierba" fue conservador y tenía como objetivo crear una pieza con la que los espectadores pudieran identificarse fácilmente sin desafiar las normas sociales de la época. La pintura ofrece una visión de las actividades de ocio de la época, con figuras descansando en un entorno natural. El uso que hace Monet de la luz y el color en la pintura refleja su dominio de las técnicas impresionistas, capturando el juego de la luz del sol sobre la hierba y los sutiles matices de la forma humana.
Hoy en día, "Almuerzo sobre la hierba" sigue siendo una obra importante en la obra de Monet, que muestra su capacidad para combinar temas tradicionales con técnicas artísticas innovadoras. La pintura sirve como una ventana al proceso creativo del artista y su dedicación para capturar la belleza de la vida cotidiana. Los visitantes del Museo D'Orsay pueden experimentar de primera mano los fragmentos de esta obra icónica, maravillándose de la habilidad de Monet para dar vida a un momento de tranquilidad y contemplación en el lienzo.
© ChatGPT 3.5
Aunque parezca difícil de creer debido a toda la controversia y critica que existió con la obra de Manet, a Monet en realidad le había gustado mucho la pintura de Eduard Manet a quien el admiraba. Los dos pedazos que aún prevalecen en la actualidad se encuentran en el Museo de Orsay, donde todos pueden apreciar lo que Monet quiso hacer. Aunque hoy en día es posible ver como era el tercer pedazo gracias a los bocetos originales, ya que la humedad acabo con el tercer pedazo.
Es importante notar que existe una diferencia entre el boceto y él lienzo, se sustituyó a un joven sentado encima de un mantel por mozo barbudo que se parece a Gustave Coubert, un conocido de Monet.
Monet quería trabajar al aire libre, pero el lienzo era demasiado grande, por lo cual se vio obligado a trabajar en un taller. Motivo por el cual también sigue las reglas académicas que se tenían establecidas en ese entonces.
Un cuadro con el gran tamaño que se pretendía que tuviera y en el que los personajes fueran personas comunes viviendo su día a día, no era algo común para aquella época. Y es aquí donde podemos ver la influencia que tiene el realismo en el pintor, sobre todo el de Courbet de quien Monet era un gran admirador.