Dios Amón protege a Tutankamón
En esta gran estatua podemos ver a Amón que protege a Tutankamón quien está a sus pies. El rey, de pie, adornado con la piel de un felino, está en la misma orientación que su divino protector, de quien es el principal oficial en el templo. Amon lleva su tocado tradicional dominado por dos altas plumas verticales. La barba trenzada de los dioses adorna su barbilla.
Tutankamón siempre ha sido un personaje misterioso de la historia egipicia, ya que hay pocos datos de su reinado. Al ser un joven faraón, fue tomado de la mano por el clero tradicionalista que le obligó a restaurar la preeminencia de Tebas y la adoración del dios Amón. Esta estatua es parte de una serie de monumentos que confirman la consolidación de los lazos entre Amón y el rey.
En esta estatua, el soberano usa el traje de los sacerdotes de Amón, un cinturón de cintura y piel felina en el hombro izquierdo. Él lleva sandalias y adornado con un cuello grande. Ciertamente las características del rey no se conservan, pero las del dios son el reflejo exacto: la cara suave, feminizada, caracteriza en general los retratos de esta dinastía. Los ojos en forma de almendra, la barbilla ligeramente saliente y la boca carnosa corresponden exactamente a los rasgos de la cara de Tutankamón, como se les conoce en otra parte.
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