Bosque de columnas
Gaudí se propuso reinterpretar el estilo gótico con su toque personal, inspirado en la naturaleza. Además, los muros debían albergar grandes ventanales y no podían soportar el peso del edificio. Para librarse de los contrafuertes góticos, ideó estas columnas arbóreas, un sistema vanguardista y nunca utilizado hasta el momento, que permite descargar el peso de las cubiertas a través de las ramificaciones de las columnas hasta llegar al suelo, solución práctica a la vez que estética, ya que convierte el interior de las naves del templo en un espacio orgánico que semeja un bosque. En 1987 se inicia la cimentación de las naves; en 1997 se completan las bóvedas laterales y se finaliza la central en 2010.
En el templo hay 56 columnas. En el ábside 20: 10 conforman la girola que envuelve el altar, 10 más en segunda fila, separan las capillas. En el crucero hay 16: las de los 12 apóstoles y las de los 4 evangelistas. En cada transepto hay 2; y en la nave hay 16 más. Están hechas de diversos materiales. Así, las más largas y gruesas son de pórfido rojo (roca volcánica de gran dureza), las más pequeñas y oscuras son de basalto y las que soportan las columnas exteriores son de granito
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