Baptisterio

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Se trata de un edificio religioso que está dedicado al bautismo, catalogado dentro de basílicas menores, además es particularmente reconocido por sus tres conjuntos de puertas de bronce, que tienen un gran valor artístico. Sus ocho lados representan los ‘ocho días, el tiempo para la Resurrección de Cristo, un símbolo para la vida eterna que se daba a través del bautismo cuando se pasa de la vida del pecado a la vida de Cristo. Hasta el siglo XIX todos los ciudadanos católicos de Florencia eran bautizados en este baptisterio

La construcción se le atribuye a Teodolinda, reina de los lombardos, para conmemorar la conversión de su marido, el rey Autario. Se trata de la segunda basílica de la ciudad, después de la de San Lorenzo, fuera del muro de la ciudad. Inaugurada el 4 de marzo de 897, se cree que las pilastras de granito fueron tomadas del foro romano en Florencia, donde actualmente se encuentra la ‘Plaza de la República’. Entre los siglos XIV y XVI se le añadieron tres puertas dobles de bronce, con estatuas de mármol y bronce sobre ellas, un indicativo de lo que era el baptisterio para los habitantes, que inicialmente fue la construcción de más valor, incluso por encima de la catedral.

El interior del Baptisterio te guía hasta su cúpula, destaca la falta de luz y decoración. De esta decoración interior llama la atención las obras de la bóveda, donde se puede apreciar un gran mosaico que representa escenas del Juicio Final, realizada por artistas venecianos entre los siglos XIII y XIV. Puede ser que pretendieran eso, llevarte al cielo desde la tierra. No puede faltar el gran sepulcro de Baltasar Cossa, que en el siglo XV se le conocía como el antipapa Juan XXIII.

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