Capilla de Ajethotep
La capilla mastaba de Ajethotep fue reconstruida en el Louvre en 1903. El mastaba, o 'banco' en árabe, es el edificio masivo construido sobre la bóveda donde el difunto fue enterrado. Este tipo de entierro estaba destinado a los grandes dignatarios del Antiguo Reino y cercanos al rey. Dentro de la mastaba, la capilla daba la bienvenida a la familia y los sacerdotes venían a dejar comida, bebidas y recitar oraciones para asegurar a los difuntos una eternidad cómoda.
Entrar a esta capilla es cambiar de momento temporal y sentirse en el antiguo Egipto. Imagínense ser parte de la familia y venir a ver a su antepasado para honrarlo hasta la vida eterna.
La arena, el tiempo y el viento del desierto han quitado todos los rastros del mismo Ajethotep. Los bloques de piedra caliza tallados en bajorrelieve fueron montados en el museo. El revestimiento exterior ligeramente inclinado da una idea de la forma general del monumento original.
En la decoración, las imágenes y las inscripciones están vinculadas; la imagen fija da más poder a los textos, sobre todo a la fórmula de ofrenda que resume los deseos del difunto: tener un hermoso entierro, una comida funeraria asegurada por la eternidad y la capacidad de ir a donde la protección del Gran Dios. Estos deseos se ilustran mediante la decoración de la capilla en la que, al entrar en el dintel y en el paso del rodillo de piedra, los nombres y títulos de los fallecidos, propietario de la tumba se inscriben para indicar quién es el beneficiario.
© Tourblink
La parte decorada de la capilla de Ajethotep es procedente de Saggara, fue comprada en Egipto y llevada al Museo del Louvre por Georges Bénédite, quien era curador de antigüedades egipcias en dicho museo, la parte decorada de la capilla fue montada en el Louvre en 1903. La capilla decorada era un lugar público donde podía reunirse la familia del difunto y también donde el sacerdote que realizaba la ceremonia fúnebre depositaba aquello que regresaba a los muertos en su mesa de ofrendas frente a la puerta falsa ubicada en el muro oeste.
Te interesará saber que la mastaba de Ajethotep fue hallada durante las excavaciones realizadas por el Museo del Louvre, justamente en la gran necrópolis de Saqqara, entre los complejos funerarios de los reyes Djoser, perteneciente a la tercera dinastía y Ounas, propia de la quinta dinastía. Con el término “mastaba” nos referimos al gran edificio construido sobre la bóveda donde descansa el difunto. Esta clase de entierros estaba únicamente destinado a los grandes dignatarios que eran cercanos al rey del Antiguo Imperio. Así mismo, dentro de la mastaba, la capilla da la bienvenida a la familia y sacerdotes que se disponen a depositar alimentos de todo tipo y enunciar fórmulas para garantizar a los muertos una eternidad favorable.
Las excavaciones fueron iniciadas en el año de 1991, mismas que revelaron una masa sólida de casi seis metros de altura, cubierta de una preciosa piedra caliza, midiendo 32 metros de norte a sur y 16 metros de este a oeste. Esta estructura se encuentra al centro de un complejo funerario donde también hay una mastaba pequeña con el nombre de otro Ajethotep, claramente de la misma familia.
La capilla ubicada en el Museo del Louvre únicamente ocupaba una parte bastante pequeña en el sur de la gran masa sólida. Dicha habitación, más una puerta falsa tallada en el lado este del edificio, son las únicas partes que están decoradas. Por otro lado, el pozo funerario termina en una bóveda a veinte metros de profundidad aproximadamente, la cual fue saqueada en la antigüedad. A su vez, todavía contiene el sarcófago, así como algunos elementos como accesorios, ofrendas, utensilios y los muebles funerarios. Adicionalmente es necesario mencionar que se descubrieron tres estatuas pintadas, hechas de piedra caliza, de las cuales dos están inscritas con el nombre de Ajethotep, sin embargo, dichas estatuas lastimosamente perdieron la cabeza.